John 11:28-57 : Reina-Valera Spanish | SearchSearch | Next Version| Previous Page | Next Page |

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Juan 11 28Y esto dicho, fuése, y llamó en secreto á María su hermana, diciendo: El Maestro está aquí y te llama.

29Ella, como lo oyó, levántase prestamente y viene á él. 30(Que aun no había llegado Jesús á la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le había encontrado.) 31Entonces los Judíos que estaban en casa con ella, y la consolaban, como vieron que María se había levantado prestamente, y había salido, siguiéronla, diciendo: Va al sepulcro á llorar allí.

32Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, derribóse á sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no fuera muerto mi hermano.

33Jesús entonces, como la vió llorando, y á los Judíos que habían venido juntamente con ella llorando, se conmovió en espíritu, y turbóse, 34Y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Dicenle: Señor, ven, y ve.

35Y lloró Jesús. 36Dijeron entonces los Judíos: Mirad cómo le amaba.

37Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?

38Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, la cual tenía una piedra encima. 39Dice Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que se había muerto, le dice: Señor, hiede ya, que es de cuatro días.

40Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios?

41Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto. Y Jesús, alzando los ojos arriba, dijo: Padre, gracias te doy que me has oído. 42Que yo sabía que siempre me oyes; mas por causa de la compañía que está alrededor, lo dije, para que crean que tú me has enviado.

43Y habiendo dicho estas cosas, clamó á gran voz: Lázaro, ven fuera.

44Y el que había estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Díceles Jesús: Desatadle, y dejadle ir.

45Entonces muchos de los Judíos que habían venido á María, y habían visto lo que había hecho Jesús, creyeron en él. 46Mas algunos de ellos fueron á los Fariseos, y dijéronles lo que Jesús había hecho. 47Entonces los pontífices y los Fariseos juntaron concilio, y decían: ¿Qué hacemos? porque este hombre hace muchas señales. 48Si le dejamos así, todos creerán en él: y vendrán los Romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación.

49Y Caifás, uno de ellos, sumo pontífice de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; 50Ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación se pierda.

51Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo pontífice de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación: 52Y no solamente por aquella nación, mas también para que juntase en uno los hijos de Dios que estaban derramados. 53Así que, desde aquel día consultaban juntos de matarle.

54Por tanto, Jesús ya no andaba manifiestamente entre los Judíos; mas fuése de allí á la tierra que está junto al desierto, á una ciudad que se llama Ephraim: y estábase allí con sus discípulos

55Y la Pascua de los Judíos estaba cerca: y muchos subieron de aquella tierra á Jerusalem antes de la Pascua, para purificarse; 56Y buscaban á Jesús, y hablaban los unos con los otros estando en el templo. ¿Qué os parece, que no vendrá á la fiesta?

57Y los pontífices y los Fariseos habían dado mandamiento, que si alguno supiese dónde estuviera, lo manifestase, para que le prendiesen.

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